91 631 55 20 info@fisiocantizal.es

Tendinitis de Aquiles: guía completa para un tratamiento eficaz

La lesión de Slap. Causas, síntomas y tratamiento

La tendinitis de Aquiles es una condición que afecta a un gran número de personas, especialmente a aquellos que realizan actividades físicas de manera regular. Este trastorno, caracterizado por dolor e inflamación en el tendón de Aquiles, puede ser no solo molesto sino también limitante en términos de movilidad y calidad de vida. 

En este artículo, veremos qué es la tendinitis de Aquiles, por qué ocurre, cómo se diagnostica y, lo más importante, cómo se puede tratar de manera efectiva. 

¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la tendinitis de Aquiles?

El tendón de Aquiles es el tendón más grande y fuerte del cuerpo humano. Conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón y es crucial para actividades como caminar, correr y saltar. La tendinitis de Aquiles ocurre cuando este tendón se inflama, generalmente debido a la sobrecarga o el uso excesivo.

Causas de la tendinitis de Aquiles

Las causas de la tendinitis de Aquiles son variadas, pero la mayoría de los casos están relacionados con el exceso de estrés en el tendón. Esto puede suceder por varios motivos:

  • Incremento repentino en la actividad física: Esto es común en personas que aumentan la intensidad, duración o frecuencia de sus entrenamientos de manera abrupta.
  • Técnicas inadecuadas en el deporte: Correr o saltar incorrectamente puede poner estrés adicional en el tendón.
  • Uso de calzado inapropiado: Zapatos que no ofrecen suficiente soporte o que están desgastados pueden contribuir al desarrollo de la condición.
  • Condiciones médicas: Enfermedades como la artritis reumatoide o problemas de pie, como el arco alto o plano, pueden aumentar el riesgo de tendinitis.

Síntomas de la tendinitis de Aquiles

La tendinitis de Aquiles, como bien hemos dicho previamente, es una condición que afecta al tendón de Aquiles, ese grueso cordón que puedes sentir detrás de tu tobillo y que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón. Esta condición puede ser bastante molesta y es importante reconocer sus síntomas para tratarla adecuadamente. Aquí te cuento más sobre ellos:

  • Dolor en la parte posterior del talón o a lo largo del tendón: Este dolor suele incrementarse con la actividad física y puede convertirse en un dolor agudo al correr o hacer ejercicio.
  • Rigidez en la zona afectada: Puedes notar rigidez especialmente por las mañanas o después de periodos de inactividad.
  • Hinchazón cerca del talón: El área alrededor del tendón de Aquiles puede estar visiblemente inflamada y al tacto se siente caliente.
  • Sensibilidad al tacto: Sentirás dolor al presionar el tendón de Aquiles y el área circundante, especialmente después de realizar esfuerzos.
  • Limitación en el movimiento del tobillo: Puede que encuentres difícil flexionar el pie hacia adelante o hacia atrás sin sentir dolor o incomodidad.

Diagnóstico

El diagnóstico de la tendinitis de Aquiles generalmente se realiza mediante la evaluación clínica. Un médico puede pedir realizar movimientos específicos para evaluar el dolor y la movilidad. Además, se pueden utilizar técnicas de imagen como ultrasonido o resonancia magnética (MRI) para observar el estado del tendón.

Tratamiento de la tendinitis de Aquiles

El tratamiento para la tendinitis de Aquiles depende de la severidad de los síntomas y busca principalmente reducir el dolor y la inflamación, así como promover la curación del tendón. Las opciones incluyen:

  • Reposo: Es vital disminuir o detener las actividades que causan dolor hasta que los síntomas mejoren.
  • Hielo: Aplicar hielo en el área afectada puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.
  • Medicamentos antiinflamatorios: Medicamentos como ibuprofeno pueden ser útiles para controlar el dolor y la inflamación.
  • Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento: Bajo la supervisión de un fisioterapeuta, estos ejercicios pueden ayudar a aliviar la tensión en el tendón y mejorar la movilidad.
  • Cambios en el calzado o uso de soportes ortopédicos: Zapatos adecuados y soportes pueden reducir la presión sobre el tendón.
  • Terapias físicas: Métodos como la terapia con ultrasonido o la terapia láser pueden promover la curación del tendón.

Prevención

Prevenir la tendinitis de Aquiles es clave, especialmente para los atletas y personas activas. Algunas medidas preventivas incluyen:

  • Realizar un calentamiento adecuado antes de cualquier actividad física.
  • Aumentar gradualmente la intensidad y duración de los ejercicios.
  • Elegir calzado adecuado y cambiarlo regularmente.
  • Incorporar ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad en la rutina diaria.

Como ves, la tendinitis de Aquiles es una condición común pero tratable. Con el diagnóstico y tratamiento adecuados, la mayoría de las personas pueden recuperar su nivel de actividad sin dolor. Si experimentas síntomas de tendinitis de Aquiles, es importante buscar atención médica temprana y seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud para evitar complicaciones. 

Adoptar un enfoque proactivo en la prevención también puede ayudar a mantener tus tendones saludables y funcionales a largo plazo.