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​La dañina relación entre el frío y las lesiones musculares

La dañina relación entre el frío y las lesiones musculares

Ahora que se acerca el invierno y las temperaturas son más bajas, practicar deporte tanto al aire libre como en interior puede ser más complicado, pues quizá tendemos a pensar que existe mayor posibilidad de sufrir dolor articular y lesiones musculares a consecuencia del frío. ¿Existe realmente relación entre las lesiones musculares y el frío? ¿Por qué ocurre esto? Veamos cómo podemos prevenir los dolores y las lesiones musculares debido a las gélidas temperaturas.

El frío hace que nuestros músculos o articulaciones estén más rígidos y con menor movilidad, por lo que es necesario un calentamiento previo si vamos a realizar algún tipo de actividad deportiva. Nuestro organismo reacciona a las bajas temperaturas quemando más calorías e intenta así generar calor mediante el movimiento. Cuando tenemos frío, muchas veces, no somos conscientes de las posturas que adoptamos. Posturas incorrectas que provocan esos dolores y lesiones en músculos y articulaciones al igual que contracturas, pues cuando sentimos frío tendemos a encogernos y de forma involuntaria los músculos de nuestro cuerpo.

La espalda y el cuello son las partes que más sufren la tensión producida y las más propensas a lesiones que se vuelven crónicas, radiando este dolor a otras partes del cuerpo. Las articulaciones también se ven afectadas, sobre todo, aquellas personas que padecen artritis, fibromialgia o artrosis, para las que el frío es enemigo número uno. Es común oír hablar de dolor de huesos cuando en realidad son las articulaciones las que sufren ese dolor.

 

¿Cómo prevenir las lesiones musculares por frío?

 

Para que el frío no afecte demasiado y se den lesiones musculares y dolores, es imprescindible seguir una serie de consejos:

  • Evitar las malas posturas: cuando hace frío tendemos a ir encogidos y adoptar malas posturas que, además de afectar a los músculos, pueden ocasionar contracturas no solo en el tren superior, sino en otras partes del cuerpo conectadas.
  • Abrigarse adecuadamente: durante estos meses fríos debemos elegir ropa adecuada para no pasar frío, pero sin pasar calor, pues el contrate de temperatura no es bueno para proteger nuestro cuerpo. Lo ideal es vestirse a capas y elegir bien el tejido, utilizando prendas técnicas, térmicas y transpirables que ayuden a mantener el calor y faciliten la sudoración.
  • Realizar calentamiento previo: si realizamos actividad deportiva, es imprescindible adecuar el calentamiento previo al ejercicio que vayamos a practicar. Realizar estiramientos, aumentar la actividad para calentar músculos y articulaciones y así aumentar el flujo sanguíneo, para evitar que nos enfriemos. Tengamos en cuenta que la sensación térmica inicial es mucho más baja que la que tendremos a los pocos minutos de comenzar la actividad.
  • Disminuir la intensidad y duración: los entrenamientos intensos a bajas temperaturas aumentan el riesgo de sufrir lesiones musculares, pues las necesidades de los músculos son mayores.
  • Aplicar calor: Usar compresas calientes o una manta eléctrica en las articulaciones dolorosas. El calor permite relajar los músculos.
  • Acudir a fisioterapia: la fisioterapia nos puede ayudar a adaptar cada entrenamiento mediante programas específicos, además de ayudar al paciente a mitigar el dolor de una contractura, puntos gatillo o dolores articulares mediante técnicas de fisioterapia o aplicación de distintas técnicas de calor.

Para mantener la temperatura corporal cuando la temperatura es fría, los vasos sanguíneos se contraen para llevar más calor al interior del cuerpo para proteger los órganos principales que son los que reciben el calor primero. Las extremidades y partes que recubren a estos se contraen para llevar más calor al interior del cuerpo. Como resultado, la temperatura de músculos y articulaciones disminuye. En ambientes fríos debemos asegurarnos de que nuestra temperatura corporal y muscular estén en unos 36 grados para asegurarnos de que los grupos musculares estén bien estirados y preparados para el ejercicio.

 

¿Cuándo aplicar calor a las lesiones musculares?

 

Aplicar calor es un método efectivo para la aliviar la tensión muscular y nos ayuda a reducir el dolor y rigidez en zonas de nuestro cuerpo. Además, relaja nuestro sistema nervioso y reduce el estrés, que es uno de los problemas del dolor en los músculos. En casa podemos aplicar calor, como hemos señalado anteriormente, mediante mantas eléctricas o compresas calientes, pero si necesitamos acudir a un especialista, será muy beneficiosa la termoterapia en estos casos.

Esta técnica consiste en aplicar calor para conseguir el alivio inmediato del dolor. El calor terapéutico está indicado para el tratamiento de lesiones crónicas y ciertos dolores que necesitan el calor para activarse. En deportistas o aficionados a la práctica deportiva, les ayuda a recuperar su musculatura después del esfuerzo físico, relajando el músculo y aliviando el dolor producido.

Indicada también para rebajar la inflamación del tejido en los casos donde se produce, encargándose de reducir los plazos de recuperación. Cuando necesitamos tratar la tensión en zonas más comunes como pueden ser la zona lumbar o cervical, el calor puede ayudar a descontracturar estas zonas complementándolas con masajes específicos o punción seca.

 

Los efectos beneficios que produce la aplicación de calor en nuestro cuerpo son:

 

  • Aumento de un mayor flujo sanguíneo.
  • Disminución de la tensión arterial.
  • Aumento de las defensas en el organismo.
  • Disminución de la inflamación crónica.
  • Efecto analgésico.

Sin embargo, existen algunas contraindicaciones a la hora de aplicar calor. Por ejemplo, si se produce una lesión de gravedad, o la zona en cuestión se encuentra adormecida. Tampoco es aconsejable si existe una herida abierta o quemadura, al igual que si la persona presenta una temperatura corporal alta debido a un estado febril o calor ambiental.

Desde FisioCantizal queremos que sigas nuestros consejos para practicar deporte y hacerlos sin sufrir problemas. Abrígate, calienta y disfruta practicando.