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Los beneficios de correr y andar en verano por la playa

Los beneficios de correr y andar en verano por la playa

Si eres de los afortunados que viven cerca de la playa y puedes disfrutar de ella, no solo para tomar el sol, si no para pasear o salir a correr, cuentas con un elemento extra que aporta salud y bienestar al organismo. Mientras tanto, los que sólo podamos hacerlo en vacaciones, aprovecharemos al máximo esos días para disfrutar de ello.

Y es que, caminar por la orilla de la playa tiene numerosos beneficios para nuestro sistema cardiovascular, fortalece los músculos y articulaciones, estimula el flujo sanguíneo y mejora la circulación, es bueno para luchar contra las varices y edemas y, además, quema calorías y favorece la relajación y libera el estrés.

Todos hemos experimentado en alguna ocasión la placentera sensación de caminar descalzos por la arena de la playa. Además de la tranquilidad y la relajación que nos proporciona, andar por la arena mojada, nos puede proporcionar grandes y múltiples beneficios si lo hacemos de forma correcta.

Paso a paso se potencian las estructuras músculo-ligamentosas, se desarrolla y potencia la propiocepción de todos los ligamentos y se mejoran la flexibilidad y movilidad articular. La propiocepción es el desarrollo de la autoconsciencia del organismo respecto de la posición de los músculos, ligamentos y articulaciones, Según los expertos, caminar por la playa ayuda a eliminar células muertas debido a la expoliación natural de la piel que produce la arena. Es decir, que entre los beneficios de andar por la playa también hablaríamos de una limpieza natural de la piel, y por lo tanto, de una mejor salud dermatológica.

Si eres de los qué optan por correr en la playa, los beneficios son muchos para nuestra salud muscular y articular y nuestra forma física. Incluso numerosos entrenadores profesionales y expertos en educación física recomiendan el entrenamiento en arena seca de playa como una forma de mejorar la técnica a la hora de correr, así como la fuerza y resistencia en la carrera y también algo tan importante y esencial en el acondicionamiento físico como es la propiocepción.

Desarrollar las capacidades físicas por medio de la carrera de fondo no solamente es algo beneficioso para el practicante de atletismo o el atleta profesional, sino que también es algo sumamente provechoso para nuestra salud y ritmo cardiovascular, para quemar calorías y perder peso, para un mayor equilibrio de mente y cuerpo, una mejor presión arterial, e, incluso, a determinadas edades, para prevenir demencias y otros problemas y enfermedades, sobre todo cerebrales, cardíacos y vasculares. Y correr en arena seca de playa es precisamente la modalidad de entrenamiento más recomendada para quienes vayan a practicar jogging y atletismo para mantenerse en forma. A ello hay que agregar las cualidades tonificadoras y relajantes de la brisa marítima y del propio contacto con la arena.

 

Recomendaciones a la hora de andar por la playa

 

Desde nuestra clínica de fisioterapia, os damos algunos consejos a la hora de caminar en la playa:

  • Es fundamental no olvidar protegernos del sol a la hora de realizar cualquier tipo de ejercicio.
  • Y cuando hablamos de protegernos del sol no podemos olvidar nuestros pies, una zona que tendemos a desproteger. Los empeines son una zona propensa a quemarse. Además de esto, en ocasiones encontramos objetos punzantes o incluso cristales en plena arena, sin olvidar que estamos más expuestos a un mayor riesgo de contraer una infección de hongos y papiloma.
  • No abusar de las chanclas, un calzado tan utilizado en verano como perjudicial para nuestros pies. Se trata de un calzado excesivamente plano y que tiende a desprenderse de nuestros pies, con lo que carece de la necesaria adecuación anatómica para que nuestros pies se acomoden durante el caminar, y ello genera una tensión muscular en las plantas de los pies, con consecuencias tan molestas como perjudiciales.

 

¿Andar o correr por la playa?

 

Debemos tener claro que no es lo mismo andar que correr en la playa. Es cierto que el running tiene numerosos beneficios, pero también riesgos.

Por qué correr por la playa:

  • La respiración mejora gracias a la humedad, la baja presión y la temperatura, por lo que tu cuerpo recibe mayor cantidad de oxígeno. Además, también fortalece las piernas y ayuda a quemar más calorías.
  • Conseguirás quemar más calorías y fortalecer los músculos de las piernas gracias al trabajo más intenso y el esfuerzo que se realiza al correr en la arena.
  • Mayor relajación. El sonido de las olas, el mar y la brisa… son factores que invitan a permanecer más relajado aun realizando un esfuerzo físico. Correr por la playa es un nuevo escenario que transmite positividad y motivación.
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Por qué no correr por la playa:

 

Sin embargo, hay que tener en cuenta que no corremos sobre superficie firme, por lo que habrá que cuidar bien si el suelo está o no blando. De lo contrario, corremos el riesgo de sufrir lesiones. Lo recomendable es correr en zonas más húmedas, más firmes y no tan exigentes para los músculos.

Otra recomendación es no recorrer distancias largas si existe una inclinación del recorrido, ya que nos puede producir una lesión de rodillas o caderas. Ese movimiento asimétrico no es bueno ya que forzamos la pisada que te obligará a adoptar una postura antinatural al correr. Para ello, la alternativa sería introducirnos en el agua y caminar de forma paralela en la que esté la superficie equilibrada.

Es más, si padeces problemas en articulaciones o huesos, no es aconsejable correr por la playa ya que podría agravarse aún más el problema.

Por eso es importante seguir algunas recomendaciones cuando nos dispongamos a realizar carrera sobre la arena de la playa:

  • Correr descalzo o con zapatillas: esta es una cuestión que puede ser beneficiosa por una parte y arriesgada por otra. Correr descalzo implica mayor esfuerzo del pie, mayor intensidad de los músculos. Las zapatillas, pueden evitar esguinces y torceduras propias del desnivel de la arena, además de un menor esfuerzo y evitar clavarte cristales u otros objetos en la planta del pie.
  • Evitar las horas de más calor: como en cualquier otro lugar en verano, las horas centrales del día son desaconsejables para realizar cualquier práctica deportiva que puede venir acompañada de mareos o golpes de calor.
  • Llevar agua para estar hidratados.
  • Tener en cuenta los lugares por los que salir a correr y las mareas que pueden inundar o cerrar nuestro camino de vuelta.
  • Correr por la arena húmeda: y cerca del agua donde el terreno es más duro y firme.
  • Realizar entrenamientos cortos: es mejor entrenar mediante carrera corta y ejercicios de intensidad moderada que largas distancias, porque la irregularidad del terreno, como hemos visto, no es la más adecuada para ellos. Con entrenamientos cortos trabajaras fuerza y resistencia.
  • Calentar: antes y después del ejercicio es necesario realizar una serie de calentamientos y estiramientos, más aún cuando lo estamos haciendo en una superficie en la que sometemos los músculos a mayor carga que si lo hacemos sobre una superficie más estable.
  • Usa protección solar.

Otra opción es podemos barajar como complemento a nuestras sesiones de running es poder entrenar dentro del agua, lo más parecido a una sesión de aquagym. Utilizar el agua como elemento terapéutico es fundamental si has tenido una lesión recientemente o padeces algún tipo de patología como artritis o algún tipo de inflamación. El agua facilita el movimiento reduciendo el esfuerzo, además de favorecer el desarrollo muscular al ejercer fuerza para movernos en el agua.

Y para terminar, olvídate de llevar los auriculares o el móvil y escucha el sonido del mar, de las olas. Es un momento para relajarte y dejarte llevar por sonidos que habitualmente no escuchamos, si vivimos lejos del mar. Sonidos y olores que harán de nuestra carrera o paseo una experiencia que, pueden acompañarla, de un refrescante chapuzón una vez que termines tu entreno. La guinda del pastel.

Los beneficios de correr por la playa se dan junto con el gran placer que ello puede proporcionarnos. Es un placer provechoso que no nos podemos perder.