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Condromalacia rotuliana, qué es y cómo se trata

¿Qué es la condromalacia rotuliana y cómo se trata?

Una de las dolencias que podemos padecer en la rodilla es la condromalacia rotuliana, también conocida como condromalacia patelar o condritis rotuliana.

Cuando sufrimos de dolor en la rodilla, solemos pensar que quizá tenemos un esguince de rodilla, pero podemos tener un dolor causado por algo más grave, por eso es importante acudir a un médico profesional o a una consulta de fisioterapia para obtener un correcto diagnóstico.

En la actualidad, se suele referir a esta lesión como condropatía rotuliana.

 

 

¿Qué es la condromalacia rotuliana?

La condromalacia rotuliana es una lesión degenerativa que afecta al cartílago de la rodilla, específicamente en la superficie articular de la rótula.

Esta dolencia es habitual entre los adultos jóvenes que realizan deportes en los que las rodillas sufran en especial, como jugadores de fútbol, jugadores de rugby, bailarines de ballet, ciclistas o corredores, entre otros. En estos casos, se da como respuesta a una sobrecarga y sobrepresión en la rodilla, pudiendo ser consecuencia de una lesión en la rótula o de la fricción entre la rótula y el fémur al mover la rodilla, desgastando el cartílago articular.

En las personas mayores, la condromalacia o condropatía rotuliana suele ser provocada por el desgaste del cartílago causado a su vez por enfermedades degenerativas como la artrosis.

También puede darse el caso en el que esta lesión sea provocada por otras causas, como traumatismos, sobrepeso, mal alineamiento del mecanismo extensor de la rodilla…

 

Síntomas principales de la condromalacia rotuliana

El mayor síntoma que produce esta lesión es el dolor:

  • La condropatía rotuliana produce dolor en la zona anterior a la rodilla, alrededor o detrás de la rótula.
  • El dolor empeora al subir o bajar escaleras o al correr por superficies duras.
  • El dolor aumenta tras haber estado en flexión (por ejemplo, sentados), acompañado por dificultad para volver a extender la rodilla.
  •  Generalmente se producen chasquidos o roces en los movimientos de flexión de la rodilla.
  • Se aprecia debilidad y falta de fuerza en la pierna, sobre todo en el vasto interno del cuádriceps.

 

Grados de condromalacia rotuliana

Para evaluar la gravedad de la lesión, podemos diferenciar diferentes estadios o grados:

  • Grado 1: en el primer estadio de la lesión, podemos observar edema y reblandecimiento en el cartílago rotuliano.
  • Grado 2: se aprecia fibrilación o alteración de la superficie del cartílago en la artroscopia.
  • Grado 3: la gravedad de la lesión aumenta en el momento que se observa fisuración en las capas más profundas.
  • Grado 4: las hendiduras de la fisuración se agravan, produciendo ulceración.
  • Grado 5: la gravedad es máxima cuando la lesión evoluciona hasta la eburnación, que se produce por la profundidad de la úlcera llega a afectar el hueso subcondral que tenderá a hipertrofiarse, como ocurre en la artrosis.

 

¿Cómo se trata la condromalacia rotuliana?

El objetivo de todo tratamiento para esta lesión es conseguir orientar de forma adecuada y adaptada a cada paciente la posición de la rótula en el espacio para evitar el pellizco articular y así un desgaste mayor del cartílago.

De manera general, estos son los pasos de un tratamiento de rehabilitación para condromalacia rotuliana:

  • Antes que realizar ningún tipo de tratamiento, deberemos realizar las pruebas necesarias que confirmen un diagnóstico. La condromalacia rotuliana puede ser debida también a daños en los pies, la cadera, la pelvis o la zona lumbar.
  • Tras hacer todas las pruebas que se necesiten y tener un diagnóstico claro,  se debe inmovilizar la rodilla y descansar la zona para que la inflamación y el dolor disminuyan.
  • La ingesta de medicamentos antiinflamatorios puede ayudar a mitigar el dolor y bajar la inflamación, así como los antiinflamatorios tópicos, pero no son una cura específica para acabar con esta lesión.
  • La mejor decisión es acudir a un fisioterapeuta que estudie el caso y proponga el tratamiento más adecuado. Normalmente, se comienza con masoterapia suave, estiramientos musculares, técnicas de osteopatía, radiofrecuencia, ultrasonidos…
  • Una vez el dolor haya disminuido y se noten mejorías, se comenzará a ejercitar de manera que se fortalezcan los músculos de la pierna, sobre todo potenciando los cuádriceps y los glúteos, en específico el glúteo medio.
  • Junto a estos ejercicios, seguimos con estiramientos, ejercicios de equilibrio, hasta que retomemos lentamente la actividad física de manera suave y controlada por nuestro fisioterapeuta, quien valorará la evolución de la lesión en todo momento. Los ejercicios de elasticidad serán útiles para mejorar la movilidad de las articulaciones de la cadera, tobillos, y, por supuesto, de las rodillas.
  • Trabajar la zona CORE también es importante en estas lesiones, ya que trabajaremos toda la musculatura abdominal, principalmente el transverso del abdomen, el suelo pélvico y musculatura aductora.
  • Tras la fase de la rehabilitación de la lesión, deberemos mantener la fortaleza de la musculatura de la pierna y la correcta postura para no volver atrás. Así, si somos deportistas, deberemos trabajar una fase de readaptación deportiva, siempre seguida por el mismo fisioterapeuta y puede que con un preparador físico especializado.

Una correcta alimentación que nos proporcione los nutrientes necesarios para conseguir que nuestro organismo funcione de la mejor manera posible también es importante en caso de padecer cualquier tipo de lesión. Por eso, en caso de ser producida por el sobrepeso de la persona, deberá variar su alimentación para conseguir tener un peso saludable.

 

Si buscas un centro de fisioterapia en Las Rozas para tratar un caso de condromalacia rotuliana, no dudes en visitarnos y comenzar una recuperación rápida y eficaz. Contamos con fisioterapeutas profesionales con gran experiencia, además de con las técnicas más innovadoras en el campo de la fisioterapia.