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¿Qué son las agujetas?

¿Qué son las agujetas?

Qué son las agujetas exactamente: he aquí un concepto que muchos no tienen claro aún, pero que es absolutamente clave conocer para combatirlas con auténtica efectividad. Sobre todo, entre neófitos de las actividades físicas, ya sean deportivas, marciales o gimnásticas, las agujetas son tristemente célebres. También son harto afamadas y renombradas las muchas controversias y disputas que surgen en torno a esta molestia muscular: ¿son leyendas urbanas los remedios caseros como el agua con azúcar? ¿Hasta qué punto los estiramientos o el pasear con calma después del ejercicio intenso pueden ayudarnos? ¿Hay formas de prevenir y sanar este problema que tan molesto resulta?

Te motivas. Vas al gimnasio y realizas ejercicio hasta reventar. El resultado: tres días andando como un extra de The Walking Dead.

Todos las hemos sufrido y son en muchas ocasiones las culpables de que no volvamos al gimnasio o hagamos deporte en unos días. Craso error, y más por algo que puede evitarse de forma fácil. Lo cierto es que las agujetas son las grandes temidas y sufridas por aquellos que no están acostumbrados a la práctica deportiva y que quieren adentrarse en el mundo del fitness, como en otras veredas del acondicionamiento físico y las destrezas y juegos en que desenvolvemos las capacidades del cuerpo. Mens sana in corpore sano, por tanto, como aquellos entusiastas sabios del Renacimiento: no mens sana in corpore agujeteado. Tal situación de molestias musculares retrae a no pocos neófitos del mundo de las actividades físicas, pero antes de rendirse es preciso perseverar, buscar un remedio.

Sin embargo, esta dolencia ha estado marcada por muchos falsos mitos. Todos sabemos que se trata de dolores musculares que suelen aparecer al día siguiente de la actividad física (generalmente en músculos que no están acostumbrados a ser trabajados). Pero también es cierto que, si dejamos de trabajar y tiramos la toalla, nos acometerán otros males: atrofia muscular, tirones, y otros enemigos (asociados a la prolongada inactividad física) que son más traicioneros e indeseables si cabe. Por lo tanto, mejor seguir leyendo, familiarizándonos con qué son las agujetas, y buscando remedios.

Durante muchos años se creyó que se trataban de acumulaciones de ácido láctico que pinchaba el musculo, pero esta teoría desechó la idea al saber que muchas personas incapaces de producirlo también sufrían agujetas.

También son muchos los que se hinchan a agua con azúcar después de realizar ejercicio para prevenirlas. Pero nos tememos que eso no es más que una bebida dulce sin mucho más estímulo… En definitiva, y tal como nos temíamos: otra leyenda urbana más.

 

¿Qué son las agujetas?

 

Seguramente, si te hablamos de mialgia diferida, dolor muscular de aparición tardía (DMAT) o dolor muscular por esfuerzo de aparición tardía (DOMPAT) no sepas de qué estamos hablamos, pero te lo imaginarás. Efectivamente, son los nombres técnicos que reciben las agujetas.

La teoría más aceptada en la actualidad dice que las agujetas se deben a microrroturas en las fibras musculares. Estas, suelen alcanzar su mayor intensidad a las 48 horas y durar varios días. Pasados estos días, será tu propio cuerpo el que se encargue de reconstruir dichas fibras haciéndolas más resistentes. La renovación de fibras musculares es un principio básico y fundamental del acondicionamiento físico, por lo que resulta algo no sólo normal, sino también altamente necesario. Es por ello que la expresión “rotura de fibras musculares” no ha de inspirarnos aprensión alguna. Antes, muy al contrario. Cuando en los gimnasios y la publicidad deportiva te hablan de “romper tus límites” no solamente hablan en sentido figurado…

Lo que menos se le pasa por la cabeza a una persona con agujetas es ponerse a realizar el mismo deporte que le ha llevado a ese estado, pero haznos caso, no te tires en la cama y vuelve al gimnasio.

 

Cómo podemos evitar y aliviar las agujetas

 

Las agujetas causan dolor y la manera de quitarlas es realizando más ejercicio. ¿Por qué? Porque esto hará que aumente el riego sanguíneo en esta zona, reduciendo los metabolitos. Al principio con ejercicio muy suave, así facilitaremos que la sangre vaya llegando al músculo y poco a poco recuperar su capacidad. En uno o dos días, las agujetas irán desapareciendo.

Combatir las agujetas tras una sesión intensa de entrenamiento o un sobreesfuerzo físico al que no estamos habituados será, cuanto menos, una tarea dolorosa. Pero si tenemos en cuenta una serie de pautas para poder aliviar este intenso dolor o evitarlo en cuestión, lo agradeceremos al terminar la práctica deportiva.

  • Realizar estiramientos: los estiramientos antes y después del ejercicio no evitan en sí las agujetas, pero existen diferentes métodos como el llamado Facilitación Neuromuscular Propioceptiva (FNP) que tienen efectos positivos en las agujetas y que consiste en realizar una contracción sin movimiento del músculo que se pretende estirar durante unos segundos.
  • Beber zumo de remolacha: al parecer sus propiedades antiinflamatorias ayudan a reducir el dolor muscular después del ejercicio físico. Otros alimentos como las judías, las lentejas o los tomates, también son ricos en polifenoles, con gran capacidad antioxidante y antiinflamatoria.
  • Ducha fría y crioterapia: después de una intensa actividad, la ducha de agua fría favorece la recuperación muscular, por lo que es un buen aliado para evitar las agujetas y combatir la rigidez y el dolor.
  • Masoterapia: los masajes facilitan la recuperación muscular. Recurriendo a tu fisioterapeuta podrá realizar suaves sesiones para estimular la circulación y conseguir la recuperación de la musculatura.

 

Fisioterapeuta. Habla con él si no lo tienes claro

 

 En ocasiones, el dolor puede no deberse a agujetas, y tu cuerpo puede estar avisándote de que estás haciendo algo mal. Cuando llevas tiempo realizando actividad física, por ejemplo, pueden presentarse agujetas si trabajas algún musculo nuevo, normalmente este responde bien al ejercicio físico. No obstante, si se trata de una lesión muscular, este seguirá doliendo. Ante la duda, y antes de tener que pillarte una baja, consulta con tu fisioterapeuta para evitar sustos.

 

 Evítalas con sentido común

 

Empieza con una carga más suave durante los primeros días y aumenta de forma progresiva. Además, métete en la cabeza que tanto el calentamiento como los estiramientos son parte del entrenamiento. Lo agradecerás.

En las agujetas, más vale prevenir que curar. Ahora que ya sabemos qué son las agujetas y cómo podemos prevenirlas y curarlas, es cuando podemos actuar y hacer deporte y ejercicio de manera juiciosa y con más conocimiento de causa.